Inventando que sueño es riqueza de imaginación. Personajes y situaciones se apartan de moldes y arquetipos, el lenguaje responde a una nueva, más sincera, forma de sentir y la realidad recibe otra dimensión. Nuestra época se halla presente y desmitificada por el humorismo, la técnica y una ideología definida que no acepta concesiones e invita al lector para que termine el acto creativo. Así se obtiene la unidad de estos relatos: al compartir premisas, y por el orden de inclusión, forman una pieza en cuatro actos en la que predomina la presencia de la mujer como prtagonista activos sensible y transformador; da significado a las experiencias (pues no son experimentos) tipográficas y de idioma; equilibra el flujo vital de agresividad, humor e irreverencia, pero también de amor, de mucha ternura y alegría de vivir. Lluvia, el paseo, ofrece un punto de vista que vuelve más objetivo, más abierto al volumen. Cada relato, sin embargo, es muy distinto al siguiente en atmósferas, técnicas e historias; y los títulos de los actos imponen el ritmo de las narraciones. Éste , uno de los libros más importantes, inquietantes, maduros y ambiciosos que se han escrito últimamente, abre nuevos caminos al relato y ofrece un homenaje implacable, elegiaco, a las mejores producciones del género.