En un mismo año, 1970, Mario Levrero publica en Montevideo sus dos primeros libros: una novela, La ciudad, y un libro de cuentos: La máquina de pensar en Gladys. A lo largo de su vida irá difundiendo mezclados sus libros de cuentos con sus novelas. De hecho es un poco difícil pensar en él como “novelista”. Solo un poco menos como “escritor”.

Los otros tres libros de cuentos ordenados (o desordenados) por él fueron Espacios libres (1987), El portero y el otro (1992) y Los carros de fuego (2004). Esta selección incluye relatos o textos de los cuatro. Cada libro de cuentos de Levrero es una buena explicación de por qué se convirtió lentamente, pero con mucha firmeza, en un generador tranquilo de sistemas de aflojamiento del supuesto mundo sólido e inamovible de lo “real”. Por lo tanto en un generador también de una masa de lectores, que en los años transcurridos desde su muerte ha crecido geométricamente.